Punto de vista
por Nicolás Dávila Peralta
El Fondo de Pensiones para el Bienestar, iniciativa del presidente López Obrador que está en discusión en la Cámara de Senadores, ha motivado un nuevo tema para quienes manejan la desinformación como estrategia de campaña. La versión que corre en redes sociales y que refuerzan lectores de noticias como Javier Alatorre y López Dóriga, es que este fondo le quitará los recursos de fondos de retiro a personas de la tercera edad.
Conviene recordad que una de las medidas tomadas por los gobiernos de corte neoliberal fue cambiar el sistema de jubilaciones que garantizaba un retiro digno para los trabajadores al finalizar su vida laboral, por los fondos de retiro, a través de los cuales los trabajadores aportan un porcentaje de su salario en un fondo administrado por instituciones financieras a través de las Agencias de Fondos para el Retiro (Afores), dinero que será su único capital cuando dejen de trabajar.
De este modo, no habrá un retiro económicamente seguro para las nuevas generaciones de trabajadores; a esto se une el mal manejo de esos fondos por parte de las empresas financieras.
La iniciativa presidencial se orienta a recuperar los fondos de personas que han fallecido o cuentas que tienen más de diez años sin movimiento, para trasladarlas al fondo de pensiones propuesto por el presidente, de modo que haya un fondo que permita a los trabajadores contar con una pensión al cien por ciento de su salario.
De acuerdo con la iniciativa que se discute en la Cámara de Diputados, la administración del Fondo de Pensiones para el Bienestar estará a cargo de un comité técnico, encargado de poner las reglas de funcionamiento de dicho fondo.
Ante esta iniciativa de crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar, los primeros en reaccionar en contra han sido los dueños de las Afores, porque esas cuentas que se pueden calificar de congeladas es dinero de los trabajadores que esas empresas siguen “jineteando” sin rubor alguno.
Pero la reacción más virulenta ha venido de la empresa televisora de Ricardo Salinas Pliego, a través de su lector de noticias estrella: Javier Alatorre que sin rubor alguno ha presentado como noticia y editorial de Canal 13 que la iniciativa presidencial confiscará las cuentas Afore de los trabajadores de la tercera edad en un “verdadero robo” para satisfacer sus ambiciones personales.
Así, igual que cuando aseguró, en el tema de los libros de texto gratuitos, que el gobierno iba a adoctrinar a los niños con libros comunistas, hoy Alatorre afirma que la iniciativa de el Fondo de Retiro para el Bienestar es una medida orientada a hacer de México una dictadura.
Bien hizo López Obrador en su conferencia de la mañana en señalar la deuda millonaria que la Afore de Banco Azteca tiene con el Seguro Social, institución a la que debería haber entregado mil 847 millones de pesos, correspondientes a siete mil 993 cuentas no reclamadas; sin embargo, dicha afore, cuyo propietario es Ricardo Salinas Pliego -el de los “abonos chiquitos para pagar poquito”- sólo ha entregado al IMSS 19 millones 734 mil pesos. Este es sólo un ejemplo de la forma fraudulenta en que se maneja el fondo de retiro de los trabajadores todavía en activo.
Por su parte, la oposición ha manejado en las redes sociales el mismo discurso: AMLO se roba los fondos para el retiro. Mensajes como éstos, están apareciendo en Facebook, X y otros sitios: “AMLO se quiere robar su fondo de pensiones”; “voy a retirar mi fondo de ahorro y meterlo a otra cuenta bancaria antes de que se lo roben”; “Protege tu fondo de retiro antes que desaparezca”.
Nadie conoce totalmente la iniciativa que, por cierto, se encuentra nuevamente en comisiones de la Cámara de Diputados, pero todos afirman la misma mentira: “se roban el dinero de los ancianos”. Todo esto, para sembrar miedo en los electores.
Es un recurso semejante al utilizado en 2018, cuando se afirmaba que López Obrador llevaría al país al comunismo; cuando más de un personaje del espectáculo afirmaba que si ganaba López Obrador se iría del país, porque México se convertiría en otra Venezuela o en otra Cuba.
La guerra sucia sigue siendo la estrategia de campaña de “Fuerza y corazón por México”.
Viene el segundo debate
El domingo 28 de abril será el segundo debate de los candidatos a la Presidencia de la República. Los equipos de campaña de Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez, han presentado ante el Instituto Nacional Electoral sus observaciones sobre los problemas detectados en el primer encuentro, sobre todo las fallas en los cronómetros, el mal manejo de cámaras y el papel protagónico de los dos moderadores.
Para este segundo debate que se efectuará en los Estudios Churubusco, en la Ciudad de México, los temas que se abordarán serán: economía, gobierno, política, salud, seguridad, atención a grupos vulnerables. Los moderadores serán Alejandra Pérez Cañedo y Alejandro Cacho.
Los temas son por demás los más destacados porque reflejan los principales puntos que debe tomar en cuenta quien aspira a gobernar el país; pero también los que más interesan a los ciudadanos que acudirán a las urnas el 2 de junio.
Esperemos que en este segundo encuentro se dé prioridad a las propuestas de gobierno, de modo que las ofensas, calumnias, insultos, cedan el paso a un debate de altura, donde cada aspirante a gobernar el país muestre su calidad, humana, su madurez política y su conocimiento de la realidad nacional.
Un debate debe confrontar ideas, proyectos, estrategias de gobierno, de modo que los ciudadanos puedan conocer, analizar, considerar la viabilidad de lo prometido por cada candidato y el debate se convierta en un recurso más para que el elector defina el sentido de su voto el 2 de junio.
Si lo que prevalece en el discurso de cualquiera de los participantes es la calumnia, la ofensa, la desinformación, en fin, si alguno convierte el debate en un pleito callejero, este ejercicio se revertirá en contra de quien ponga el insulto por encima de las propuestas.