por: Forma y Poder –
Se llevan las llaves de los vehículos; exigen saber el futuro de sus puestos de trabajo
En una acción sin precedentes, y una medida que denota desesperación, trabajadores de la planta de Audi en Bruselas, capital de Bélgica, se apoderaron de las llaves de 200 vehículos de la marca, como medida de presión para saber cuál es el futuro que tienen sus puestos laborales.
Los empleados han asegurado que ningún auto saldrá de la armadora hasta que ellos no sepan qué va a pasar con la empresa en el país europeo, luego de conocerse las posibilidades de cierre de ésa planta y otras en Alemania, así como despidos masivos, decisiones planteadas en el consorcio Volkswagen (VW), ante la fuerte crisis que atraviesan a nivel mundial.
Y es que a la planta belga no ha llegado ninguno de los últimos lanzamientos del grupo automotriz, ni se ha hablado de que se les asigne alguno en un futuro cercano, lo que genera incertidumbre entre los trabajadores.
Según declaraciones de Jan Baetens, representante del sindicato ACV-Metea, tomaron esa decisión para mantener lo que llamó “un diálogo social pacífico”, y como manera de presionar para recibir la información que quieren en torno a su futuro laboral.
“Si la dirección quiere retirar los coches ahora, no podemos garantizar la seguridad ni la paz», remarcó el dirigente sindical.
En tanto, por parte de la empresa se habló de chantaje y se aclaró que no cederán ante la exigencia de los obreros. Amagaron además con tomar medidas legales contra quienes tomaron las llaves de los vehículos, mismos que serían identificados por las cámaras de seguridad.
El sindicato, que agrupa a cerca de cuatro mil 100 trabajadores, organizó una protesta para el próximo 16 de septiembre, luego de trascender que al menos mil 500 empleos podrían perderse en octubre y los otros dos mil 500 a lo largo de 2025.
De hecho, la empresa ya había anunciado la reestructuración de la planta y aunque se esperaba reanudar de forma parcial la producción al terminar las vacaciones de verano, los trabajadores decidieron no regresar a trabajar, hasta saber qué pasará con ellos.
En la planta de Bruselas se producen actualmente los modelos Q8 e-tron y su variante eléctrica, por lo que sin nuevos proyectos a la vista, la posibilidad del cierre de la planta se vuelve cada vez más real.
En el entorno global, la crisis de las grandes armadoras tradicionales continúa, con los chinos ganando terreno en prácticamente todo el planeta con sus marcas, lo que ha generado bajas históricas en las ventas de las empresas más conocidas, entre ellas Volkswagen.
En el caso de México, la armadora alemana actualmente mantiene con su marca Audi una situación relativamente estable, con el inicio del ensamblaje de la nueva generación del Q5.
En el caso de Volkswagen de México, que tiene a su cargo las renovaciones de Taos y Jetta, y se alista para producir el nuevo Tiguan, la situación es complicada, ya que este viernes 13 de septiembre los trabajadores sindicalizados votarán si aceptan la propuesta de aumento que les hizo la empresa.
El ofrecimiento de la armadora consiste en un aumento del 10.5 por ciento global, desglosado en siete por ciento al salario y 3.5 por ciento en prestaciones. Luego de un primer rechazo por parte de los sindicalizados, las únicas modificaciones que se hicieron a la iniciativa fueron ofrecer más plazas y hacer cambios en las cláusulas relacionadas con los niveles salariales.
